viernes, 10 de agosto de 2007

La fiesta del fin del mundo

Y para despedir (parece que esto no se acaba nunca) la parte de entretenimiento de Londres me apunté a un espectáculo que se llamaba El fin del mundo porque parecía interesante y porque el título era muy apropiado para la última noche de juerga...

El planteamiento del espectáculo era: se ha identificado un asteroide que va a impactar la tierra y lo hará dentro de dos horas y media. Así que vamos a intentar divertirnos como si no hubiera futuro (en la carta decía: merece la pena tomarse algo, porque ¿para qué le va a servir el dinero después del fin del mundo?). En sí es un espectáculo de variedades con un presentador que anima entre números y un monitor de televisión que permite conectar el telediario y ver cómo progresa el asteroide.

Aunque no pude hacer demasiadas fotos porque no había mucha luz y además el presentador la había tomado conmigo adjunto un par:

Este era un miembro del público al que habían vestido de traje globo que hinchaban hasta que estallara... la verdad es que tenía una pinta bastante extraña.



Este otro era un escapista de bajo presupuesto que en lugar de tener una piscina a lo Houdini, se escapaba de un cajón lleno de agua bocabajo. La verdad es que era bastante angustioso, pero lo consiguió.



Y muchos otros, de hecho usaron mi móvil para hacer que lo hacían desaparecer dentro de un mago y luego lo sacaban atravesándole con una mano... Y al presentador, pocos segundos antes del final nos dijo que nos abrazáramos todos, y por si no fuese suficiente, en un determinado dijo, pues ahora "todos a abrazar a Carlos". Sobreviví tanto a los abrazos como al fin del mundo (aparentemente gracias a los gases de invernadero, que quemaron al asteroide :-).

Aquí se puede ver cómo festejábamos la supervivencia



Bueno, y por si eso no fuese suficiente al día siguiente fui al Barbican a ver los fuegos artificiales con los que se terminaba la temporada de conciertos.



Y me pareció que una traca final podría ser representativa del final de mi estancia, así que aquí va en dos partes. La primera es una traca normal (aunque girada 90º).



La segunda tiene un efecto (en mi opinión un órgano virtual de luz) bastante conseguido.


Y esto es (casi) todo. A partir de ahora intentaré ver a ver si puedo continuar con algo parecido de Madrid.

jueves, 9 de agosto de 2007

El tesoro al final del arco iris

En uno de los múltiples vuelos a Londres, que como muchos otros es por la tarde (y por tanto el sol está poniéndose en un lado del avión), y lluvioso (de ahí las inundaciones), se daban las circunstancias necesarias para ver un arco iris.

Pero ¿qué sucede cuando en lugar de estar enfrente de las nubes estás encima? Pues a medida que se sube, se ve más cantidad de arco iris, hasta llegar ¿al final del arco iris? Pues no, hasta llegar a lo que sería el círculo iris, que por tanto, no tiene principio ni fin.

Sea como sea, el fenómeno no era fácil de fotografiar, porque aunque era visible a simple vista, queda muy tenue en mi cámara y sólo tras un poco de procesamiento/edición lo he podido conseguir hacer visible, si podemos considerar lo que se ve abajo como tal...



Por tanto el único tesoro que encontré al final del arco iris es la reflexión: "Las cosas se ven muy diferentes desde arriba". De todos modos el verdadero tesoro fue llegar a Madrid y volverme a encontrar con mis amigos, familiares y lectores.

miércoles, 8 de agosto de 2007

Whole Foods Market

Uno de los eventos que sucedió mientras yo estaba en Londres fue la apertura de la tienda de Whole Foods Market en Londres. Y realmente no era el más importante, pues también se impuso la prohibición de fumar en todos los lugares (ya no se puede fumar en ningún pub inglés...), y se amplió el ámbito y subió la tarifa de la tasa de congestión (prácticamente prohibiendo el uso del coche en el centro...).

La verdad es que la tienda tiene toda su fama en el ámbito de alimentación natural, orgánica, buena, etc. Yo al final no probé su comida, pero un día que salí en una estación de metro que no era, pasé por delante y decidí entrar y ver por mí mismo a qué se debía esa fama.

La verdad es que la variedad era enorme, y se sigue practicando cierto marketing y se cuida mucho la presentación de la comida (por lo cual no sirve demasiado contra la epidemia de obesidad que nos amenaza).

Una primera imagen se puede tener en estos estantes de fruta recién cortada. La verdad es que no es un arco iris completo porque no hay frutas azules, pero a falta de eso, el colorido era bastante impresionante.



Un poco más adelante estaba el rincón de las legumbres y frutos secos a granel. Nunca habría pensado que pudiese haber tantas en el mundo. Y eso que no me cabían todas en la cámara. Las legumbres tienen menos colores por lo que visualmente son menos impactantes.



Desafortunadamente cuando estuve en la sección de chocolates, y cuando iba a intentar hacer una foto mejor, se me acercó un señor muy amable y me dijo que si no era de la compañía no podía hacer fotos. Por lo que esto es todo lo que tengo...



La verdad es que para todos aquellos que gusten del turismo de supermercado, este sitio es muy interesante.

martes, 7 de agosto de 2007

La gran barrera del támesis

Como despedida de O2, tanto de la empresa como del estadio,



el último domingo me acerqué hasta allí, porque es el punto más cercano para ir a ver la barrera del Támesis, una gran obra de ingeniería que es parte de la imagen de Londres, como se puede ver en este anuncio. De hecho me acerqué a verla principalmente por este anuncio (era la única parte de Londres en la que no había estado).



Lo único es que está un poco apartado porque es un paseo de una media/una hora desde el O2 hasta llegar allí. En esta primera foto, tomada desde lejos, se puede uno hacer una idea de lo ancha que es:



La parte izquierda y la derecha que no se ve (norte y sur respectivamente) son de bajada (se baja la barrera que se ve, mientras que la parte central son grandes paneles que giran impulsados por los motores alojados en los "peces" verticales. En esta foto se ve más detalladamente la parte delantera de los "peces", y se puede hacer una idea de su tamaño.



Desafortundamente, el viaje era largo y sólo llegué cuando el sol estaba ya bajo, por lo que en esta foto que se ve un "pez" entero la luz es bastante pobre.



Dentro de las cosas curiosas del viaje hasta allí, las casas que están al lado del camino tienen una curiosa vía de escape trasera:



También justo después de la barrera, es decir en la zona no protegida, se encuentra esta fábrica de Tate & Lyle, que es la marca más común de azúcar, por lo que entiendo que si la marea sube y la barrera tiene que funcionar puede que le de otro significado al término "agua dulce".



También me llamaba la atención como puede salir algo tan dulce de un sitio tan feo...

lunes, 6 de agosto de 2007

Multiculturalidad en Brick Lane

En el último día de Turismo dentro de Londres, hice un recorrido señalado como "multicultural" por la Lonely Planet que atraviesa diferentes barrios de diferentes culturas que se han acumulando pegadas unas a otras en el East End.

El recorrido empieza por Brick Lane, un barrio bengalí, completo con sus tiendas bengalíes,



la mezquita y los nombres de las calles en bengalí.


Esto quedaba mucho más claro en la boda que había en el ayuntamiento justo al lado de Spittalfields, que me recordó un montón a una que vi en la India.



Un poco más al norte empieza la parte más animada de la calle, una zona de mercadillos un poco "alternativos" con comidas de varias partes del mundo, ropas, y actuaciones callejeras. Graciosos los puestos de cupcakes, pero no tengo fotos. Mucho menos comercial y más auténtico (o desde otro punto de vista, más "cutre") que Camden Town...

Una de las cosas más peculiares que vi por los mercadillos era un juego llamado carrom que es una mezcla entre billar y chapas, en el que se tienen que colar unas fichas en las esquinas de un tablero impusándolas con la mano.



Una vez pasado el mercadillo y las ventas de objetos de segunda mano, un poco más al norte me encontré con el mercado de flores de Columbia Road, que tiene gran variedad de flores y plantas y estaba lleno de gente. Una foto de ejemplo.



Allí entre medias me encontré con esta casa, que me pareció muy original por que parecía que te miraba de manera persistente. Mirada más en detalle da un poco de miedo con esas dos cámaras y el alambre espino. ¡Y sólo era una consulta médica!



Para añadir a la multiculturalidad al volver hacia Hackney Road, en la esquina con Columbia Road me encontré con este Kebab que estaba siendo rescatado de las llamas por los bomberos.



A medio camino entre este punto y la mezquita, hice una parada en el "Geffrye Museum", un museo de interiores británicos, dónde se puede ver como podrían haber sido los interiores de las casas británicas (muebles, alfombras, objetos cotidianos, etc.) desde 1600 hasta hoy. Es curioso que comparado con algunas casas poco ha cambiado... Aunque no tengo fotos mías de ese museo, las que hay en su página web son bastante buenas para hacerse una idea. Además tenía un jardín con toda una exposición de diferentes hierbas alimentarias en la trasera.

Siguiendo por Kingsland Rd, justo antes del museo se suponía que la población era vietnamita aunque la única pista que podía tener es este restaurante.



Un poco más allá está esta mezquita, la Süleymaniye, que ha sido financiada por los turcos ingleses y rivaliza a pequeña escala con la de Estambul.



El recorrido acaba más al norte en Dalston, donde se supone que es una zona de habitantes africanos, pero lo más evidente que encontré era esta foto de un restaurante caribeño y habitantes de color. Aunque el resto del barrio era bastante británico por fuera y totalmente atascado por algún motivo.



En esta zona, quizá por evitarse más pintadas me llamaron la atención estas vallas de obra, de estética grafitera y posiblemente respetadas por los pintores de la zona por corporativismo.



Y la verdad es que en Londres el tema de la mezcla de personas se notaba mucho, ya que la frecuencia con la que tus vecinos de metro o autobús hablaban un idioma distinto del nativo (inglés en este caso) era de las mayores que he observado (informalmente). Y también en los carteles de tiendas y productos.

Cortesía de Google, aquí hay un mapa del recorrido.


Ver mapa más grande

domingo, 5 de agosto de 2007

Liberías y apuestas

Entre las muchas cosas que me llamaron la atención de Londres, estaba la abundancia de sitios de apuestas. Ya comenté la inmensa pasión de los ingleses por el azar, pero eso es muy obvio paseando por la calle, donde los establecimientos de máquinas como este (originales cerezas)



son casi la excepción. Y no es como aquí tiendas aisladas, hay grandes cadenas nacionales de apuestas. He aquí las tres más grandes (William Hill, Ladbrokes y Coral).

Si no recuerdo mal, esta de William Hill está en Queensway.



Esta de Ladbrokes curiosamente estaba enfrente del "Islamic Centre of England" (no sé si Alá tiene algo en contra de las apuestas... pero podría ser una tentación).



Esta, sin embargo estaba al lado de mi casa, en Praed Street (se nota un trozo del cartel de un centro de salud de Paddington).



Por otro lado, también es sorprendente que en todos los centros comerciales y las High Street (prácticamente todos los cientos de pueblos y ciudades ingleses tienen un "Mall" y una calle que se llama "High Street" y alrededor de esos dos sitios está todo el comercio del pueblo) hay una gran abundancia de librerías (como diferencia por ejemplo con el centro comercial que hay al lado de mi casa de Madrid, en el que lo único escrito que se vende está en el VIPS...). La que más frecuentemente me viene a la mente es Waterstone's, pero hay un montón.

Lo cual trae a mi memoria el evento que montó precisamente el Waterstone's de Piccadilly (que debe de ser de los más grandes) el día que se puso a la venta el libro de Harry Potter. Y esto nos lleva a otra característica típicamente inglesa, las colas: cuando yo ya me cansé de ver, que aún quedaban tres cuartos de hora para que comen, la cola tenía 728 metros (según Google Maps), desde Piccadilly recorría toda Jermyn Street y llegaba hasta el número 10 de St. James's Street. Todo a lo largo de esa cola (otro evento típicamente inglés) había monstruitos como estos. Paradójicamente el monstruo que se ve azul en esta foto (atentos a las orejas puntiagudas de la elfa pastora).



pasaba a ser de este otro color cuando se fotografiaba con flash

sábado, 4 de agosto de 2007

Coches

Londres tiene varios inconvenientes para tener un coche:

  • El primero de ellos, ya lo mencioné, es que los impuestos por usar el coche son elevados, por ejemplo el impuesto de congestión (que es más caro que una tarjeta diaria de metro).
  • Pero el segundo de ellos es que las casas, como prácticamente no tienen sótanos y sólo el semisótano del servicio, no tienen garaje, por lo que hay que aparcar el coche en la calle (o en los barrios de más a las afueras, en el jardín de la entrada o trasero).
  • Por no hablar de los atascos crónicos.
Yendo al segundo de estos inconvenientes, eso implica que por muy bueno que sea tu coche, pues en la calle está, expuesto a las miradas de todos. Por lo que en la práctica es mucho más frecuente que en Madrid ver buenos coches, ya que sus propietarios no los pueden esconder (bueno, y en mi opinión porque hay más).

Y también nos lleva a barrios como éste, en el que los coches aparcados son todos coches de alta gama. En el lado desde el que está hecha la foto, hay un Porsche, un deportivo (que podría ser otro Porsche pero no puedo asegurarlo), un Golf GTI (en realidad, comparado con los demás casi hasta desentona), un Ferrari (aunque éste no se ve, es fácilmente reconocible en la foto que tomé desde el otro lado) y un Mercedes. Al otro lado, un Audi, un 4x4 y un BMW. En fin, no hay muchas más opciones.



Además de estos barrios en general, circulando por ahí me entretuve en hacer fotos a los coches aparcados... Y la verdad es que resulta un gran catálogo de coches de lujo para elegir, que he convenientemente añadido a Flickr y que podéis mirar siguendo cualquiera de las fotos y buscando las etiquetas "london cars". Repasando el catálogo, he visto que incluye el coche más caro del mundo, según Forbes.com

Bugatti Veyron 16.4

La verdad es que he borrado las matrículas por preservar un poco la intimidad de los propietarios, pero no estoy muy seguro de que haga falta o realmente sirva... para algunos coches no hace falta la matrícula. Disculpas si algunas están un poco borrosas.