martes, 20 de marzo de 2007

Turismo (viernes)

Del viernes al domingo pasado, con los visitantes tuvimos otro fin de semana de turismo en Londres. Esta vez lo que pasa es que hay más fotos... :-).
El viernes, una vez superados los retrasos del metro y desechas las maletas nos fuimos de cabeza al British Museum, que los viernes y los sábados abre hasta tarde, aunque sólo unas pocas salas. En concreto no abre más que la mitad de las exposiciones temporales, y entre ellas ninguna de las que yo quería ver.
Sin embargo, por no irnos en balde visitamos una exposición muy interesante sobre los tejidos en Ghana, en la que se puede aprender que muchos de los coloridos tejidos con los que en ese país africano se hacen las mujeres los trajes tienen múltiples lecturas. Incluso algunos tan inocentes como este

encierran consejos prácticos intemporales. Este tejido, por ejemplo se llama "Haz preguntas antes de casarte". Así no descubrirás al cabo de mucho tiempo que a tu cónyuge le encanta el brócoli o colecciona sellos de puentes.
La verdad es que había muchas más así de originales y otras muchas no originales (corporativas, de anuncios, de regiones, etc.), pero no querría aburriros con miles de fotos.
También estuvimos haciendo tiempo en otras salas de la colección permanente. Entre ellas, en una donde el museo expone temporalmente algunas de las joyas que en este momento no puede exhibir en su lugar habitual, como este juego.
Hace tanto tiempo (miles de años) que nadie juega con él que ya no saben cómo se juega.

O esta demostración de que el amor existía ya hace muchos miles de años (desde múltiples puntos de vista).

En el Reino Unido y en los Estados Unidos la talla cero en este momento está bastante de moda y denigrada en la prensa londinense al igual que en otras partes del mundo. Varios periódicos y programas de televisión intentan convencer a todas las chicas jóvenes que la talla cero te hace fea, sin lograr el propósito, porque muchas chicas no ven la fealdad pero sí utilizan las descripciones para adelgazar hasta ese punto. Sin embargo no han llegado a ver que la talla cero existía ya hace miles de años, como se puede ver en este bello collar que no puede adornar más que un cuerpo talla cero porque en otros no encajaría.

Aparte de alguna visita a una tienda de comics, el día acabó con una clásica cena en el Tokyo Diner que todos conocéis.
De ahí volvimos a descansar y mis huéspedes probaron la cama hinchable que gracias a ellos estará disponible para los futuros seudo-couchsurfers que se quieran acercar por aquí (seudo porque no pienso añadirme a la web pública).

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