Cocos

Aunque en Londres se come bien, estos cocos no se comían, se jugaba con las cáscaras.



Muy en línea con el humor de Monty Python, incluso venían con instrucciones. Por si acaso había alguien torpe (en Londres hay gente de tantos sitios que nunca se sabe), detallaba claramente el mecanismo de funcionamiento.



Y así, y con otros 5.566 londinenses fue como conseguimos romper el récord mundial de orquesta de cocos. Ya sé, no es un récord muy difícil, y el mérito sólo es en un 0.017% mío, pero es el primer récord mundial que tengo y le tengo cariño.

La relación entre el día del libro y la orquesta de cocos no es obvia, pero se puede explicar:

El día del libro es el día de San Jorge, al que la leyenda atribuye matar a un dragón que se iba a comer a una princesa.

Como consecuencia de esa leyenda, los cruzados, los templarios y otras órdenes religiosas militares le adoptaron como patrón.

Mucho tiempo después, en 1975, Monty Python hicieron una película que era una parodia de la leyenda de la búsqueda del Santo Grial por parte de los cruzados (en España se llamaba Los caballeros de la mesa cuadrada y sus locos seguidores).

En esa película, los caballeros no tenían caballos por lo que los escuderos simulaban su ruido con un par de cocos.

Como hay que dar de comer a muchos actores en el mundo, a finales de 2004 se estrenó el musical "Spamalot" (hay que recordar que una de las contribuciones de Monty Python al mundo de la informática es darle al jamón marca Spam el significado que permitió identificarlo con el correo basura... la otra es darle nombre al lenguaje Python).
Y como de alguna manera tienen que hacerse publicidad, periódicamente van batiendo el record mundial de orquestas de cocos en diferentes ciudades. El anterior récord se batió en Nueva York.

Y este año, entre dos grandes instituciones británicas, Monty Python y Ken Livingston, el alcalde de Londres, no tenían otra idea mejor para celebrar el día del libro, y decidieron batir el récord de tamaño de una orquesta de cocos en Trafalgar Square.

Aparentemente, Monty Python es ese que se ve flotando...



En este pequeño trozo se puede ver una panorámica del evento, incluyendo al director de la orquesta.



Y en este otro a Terry Gilliam y la Dama del Lago tocando los cocos en la orquesta. Según Terry Gilliam era indispensable poner esa cara e intentar parecer un caballo.



Pero si queréis un video más profesional podéis ver éste.